miércoles, 19 de diciembre de 2007

¿Comprar o crear empresa?

Ser empresario siempre ha sido y será parte del proyecto de vida de un gran número de personas, motivados normalmente por la búsqueda de nuevos retos, el aprovechamiento de oportunidades de negocios y sobre todo por el hecho de poder garantizar una estabilidad económica que trascienda a sus siguientes generaciones.

Para conseguir este ideal existen dos caminos, el primero es iniciar desde cero, lo cual aparentemente es mas barato, debido a que no se requiere pagar por el “goodwill” de la empresa; pero hay que tener en cuenta que financiar la operación mientras se llega al punto de equilibrio puede tardar varios años y puede incluso resultar mas costoso que pagar una “prima”.

El segundo camino es comprar una empresa en marcha, a la cual se le puede elevar su valor una vez adquirida por medio de la implementación de nuevos esquemas de mercado, estratégicos, técnicos, administrativos y/o financieros, lo que en el mundo de la valoración de empresas llamamos “sinergias”.

Comprar una empresa en marcha es mas sencillo, todo su aparato operacional (clientes, precios, imagen, ubicación, tamaño, equipos, costos, personal, gastos, etc…) se encuentra normalizado y sincronizado, claro está que requiere de ajustes, pero nada comparado con el esfuerzo que demanda y los costos que se asumen cuando se inicia desde cero.
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Una empresa en marcha ya cuenta con una trayectoria crediticia, lo cual le facilita enormemente el acceso a posibles créditos, mientras que conseguir financiación para un proyecto o una empresa nueva es muy difícil y por consiguiente más costoso.

Contar con una historia y unas estadísticas le permite a la empresa recién adquirida definir y pronosticar mejor su futuro, lo cual hace que la inversión sea más segura. Esto faculta también al comprador financiar sin mayores dificultades su adquisición, ya que le permite conocer con mejor precisión y le da mayor credibilidad a sus flujos de caja proyectados, con los cuales puede elaborar modelos de apalancamiento atractivos para sus potenciales financiadores, entre los cuales pueden figurar bancos, socios y por qué no, el mismo vendedor.

Cuando exista la intención de comprar una empresa lo más indicado es realizar una valoración de la misma sobre su potencial de generación de flujo de caja libre operacional y no pretender fijar el precio sobre sus activos.

Hermann Stangl
Consultor Financiero
hstangl@gerencialatina.com

martes, 4 de diciembre de 2007

Prudencia con el Crédito

Es cierto que la economía colombiana se encuentra actualmente en uno de sus mejores momentos, hemos alcanzado niveles de crecimiento y real fortalecimiento empresarial muy importantes, los cuales se han visto reflejados en la disminución del desempleo y en el mayor poder adquisitivo de los colombianos, razón por la cual el Banco de República se vio en la obligación de elevar las tasas de interés, con el objetivo de frenar la inflación.

El incremento de las tasas de interés ha encarecido de manera general el acceso a los créditos, tanto para las personas como para las empresas. En el caso concreto de las personas, éstas deben ser muy prudentes, ya que por estos días el sistema financiero está implementando la estrategia de incrementar los cupos de las tarjetas de crédito, al mismo tiempo que está ampliando también el plazo de pago, facilitando de esta manera a los tarjeta habientes a endeudarse de manera muy fácil en esta época navideña, la cual por su naturaleza induce a elevar los egresos de las familias, como por ejemplo en compra de nuevos vehículos, electrodomésticos, remodelaciones de viviendas, vestuario y viajes.

Para las empresas, esta situación genera dos consecuencias negativas. En primer lugar, seguramente se retrasarán e incluso podrán cancelarse parte de los proyectos de ensanche que se tienen programados para iniciar el próximo año, trayendo como consecuencia natural una desaceleración del crecimiento económico esperado para el 2008. En segundo lugar, al elevarse la tasa de interés del mercado (DTF), se eleva también el costo de capital, razón por la cual el valor de las empresas disminuye.

Recordemos que antes de la crisis de la década pasada, se venía de un importante crecimiento económico, en ese entonces desafortunadamente generado en gran parte por el fenómeno del narcotráfico. Esta situación motivó a las empresas a adquirir grandes cantidades de deuda, las cuales cuando sobrevino la crisis, llevó a gran parte estas a la quiebra.

Por lo tanto, la recomendación para las empresas es la misma que para las personas, deben ser ahora muy prudentes con el crédito, ya que todo fenómeno económico es cíclico, ahora la economía está en su mejor momento y el incremento de las tasas de interés es un indicio de que seguramente para el 2008 el crecimiento económico comenzará a frenarse.

Hermann Stangl
Consultor Financiero
hstangl@gerencialatina.com