lunes, 22 de septiembre de 2008

Alarma regional.

Definitivamente el entorno político de los últimos días ha estado demasiado convulsionado, no tanto por la desafortunada situación interna que vive Colombia con toda su problemática en este sentido, como por ejemplo el actual choque de trenes entre el gobierno y la corte, sino por la peor de las crisis diplomáticas de los últimos años que se acaba de originar entre Estados Unidos y los gobiernos de Bolivia y Venezuela.

Pienso que los colombianos hemos perdido ya nuestra capacidad de asombro y preocupación frente a las irreverentes declaraciones de Hugo Chávez, quien permanente se expresa de sus contradictores con palabras insultantes y vulgares, totalmente fuera de cualquier lógica racional. Por tal razón fue que quizás no causó tanto revuelo la forma tan grotesca como se refirió al gobierno y al pueblo norteamericano en los momentos en que salió a apoyar a su amigo Eva Morales.

De lo que si no podemos dejar de preocuparnos es que esta profunda crisis, que tuvo sus inicios cuando Bolivia ordenó unilateralmente el retiro del embajador norteamericano de la ciudad de La Paz, y que a la fecha ha dejado en este vecino país decenas de muertos y centenares de heridos, se ha convertido ahora en una alarma máxima regional, con unas implicaciones que trascienden del plano político al económico, empresarial y comercial.

Hace un par de meses, cuando las relaciones entre Colombia y Venezuela estuvieron tan deterioradas, comenté sobre la importancia de diversificar mercados. Soy conciente que no es una labor fácil, ni mucho menos de resultados inmediatos, pero lo que está ahora sucediendo debe interpretarse como una señal de alerta máxima para aquellos empresarios que todavía no han actuado en este sentido. La necesidad de establecer relaciones comerciales con países de nuestra total simpatía política es definitivamente de carácter imprescindible, porque como lo hemos podido evidenciar, en una región como la nuestra, tan polarizada políticamente, no se requieren sino de escasos días para que se deterioren las relaciones entre los países que la conforman.

Estas situaciones que ponen en peligro la legitimidad y estabilidad de las instituciones bolivianas, son percibidas como factores negativos por parte de los agentes económicos internacionales, quienes mirarán no solo hacia Bolivia, sino hacia toda la región, con un nivel de riesgo mayor, impactando negativamente la dinámica de los negocios.

Hermann Stangl
Consultor Financiero
www.gerencialatina.com

jueves, 11 de septiembre de 2008

Espíritu Emprendedor.

Si bien es cierto, como lo mencioné en mi columna anterior, que el gobierno debe ser responsable de generar confianza a los inversionistas, de mejorar las condiciones institucionales y jurídicas, al igual que de mejorar la infraestructura vial y de puertos, tenemos que ser concientes que los responsables de propender por el desarrollo empresarial y la generación de riqueza, tienen que ser definitivamente los empresarios.

Por tal razón, la variable mas importante sobre la cual tenemos que trabajar y focalizar todos nuestros esfuerzos, es el “Espíritu Emprendedor”, el cual permite detectar oportunidades donde los demás solo ven dificultades. Se requiere una dosis importante de audacia, innovación, creatividad, entusiasmo, decisión, inversiones estratégicas de capital en algunos casos, y sobre todo, búsqueda de nuevas posibilidades de negocios y confianza en nosotros mismos.

Los empresarios son el motor de desarrollo y bienestar económico y social para cualquier sociedad, por lo tanto deben adoptar una mentalidad más integral y de largo plazo. Esto no significa que la generación de riqueza no sea la razón de ser de los negocios, pero nunca debemos apartarnos del importante compromiso social, de la generación de empleo, de la educación, la vivienda y la salud, por citar algunos ejemplos. El ser más integrales, para de esta manera garantizar nuestra viabilidad financiera y crecimiento sostenible en el largo plazo, nos obliga a generar también valor a todos nuestros relacionados, clientes, proveedores, colaboradores, distribuidores y comunidad en general.

Para propiciar este cambio, debemos de revisar todo nuestro proceso de formación, en el cual es actor definitivo el modelo educativo, el cual debe preocuparse mas por forjar empresarios y no tanto por preparar empleados. Las instituciones educativas deberían trabajar más en la parte formativa de valores de sus estudiantes, como la honestidad, la puntualidad, el respeto, la religión, la ética y la disciplina, a cambio de obsesionarse en tener en sus estadísticas los mejores resultados en exámenes como el Icfes y los Ecaes.

El “Espíritu Emprendedor” solo lo conseguiremos a partir de un cambio radical de actitud hacia la vida misma, de lo cual el mundo empresarial está lleno de ejemplos. Basta con mirar como inmigrantes que llegaron a nuestro país varias décadas atrás, sin ningún tipo de recurso económico, afrontando con ingenio y perseverancia grandes dificultades, son ahora importantes y reconocidos empresarios.

Hermann Stangl
Consultor Financiero
www.gerencialatina.com

jueves, 4 de septiembre de 2008

Desaceleración Mundial

La reconocida agencia calificadora de riesgo Standard & Poor´s argumenta que Europa sufrirá un proceso de estanflación para este segundo semestre, que consiste en un estancamiento económico sumado a una notable inflación. Esta situación, adicionada al actual y ya muy bien conocido difícil entorno por el cual atraviesa los Estados Unidos, nos hace pensar en el inicio de una desaceleración económica mundial, de la cual obviamente Colombia no será ajena. Una prueba de lo anterior es que el índice de confianza industrial que maneja Fedesarrollo ha disminuido en los últimos meses.

Los crecimientos, auges, desaceleraciones y crisis económicas son siempre consecuencias naturales de los ciclos económicos y son situaciones coyunturales, las cuales se pueden manejar temporalmente interviniendo la tasa de interés, contrayendo o expandiendo la oferta monetaria según sea el caso, con subsidios e incentivos tributarios, entre otras herramientas, como lo ha venido haciendo acertadamente el gobierno y desatinadamente el Banco de la República.

Lo fundamental que tiene que entender la comunidad empresarial, es que en un entorno cada vez mas globalizado, tenemos que ser también cada vez más rentables y eficientes. No podemos continuar esperando que nuestras ventajas competitivas cambien al vaivén de la coyuntura económica del momento. Por lo tanto es imprescindible trabajar conjuntamente con el gobierno, los gremios, los sindicatos, el congreso y la comunidad internacional, para solucionar los problemas estructurales de nuestra economía, como lo son por ejemplo la inflexibilidad laboral que encarece la mano de obra, la deficiencia en infraestructura vial que eleva significativamente los fletes, y por supuesto la seguridad, la cual ha mejorado notablemente, pero se ve todavía opacada por el terrorismo, como desafortunadamente lo acabamos de vivir con el atentado que enluta por estos días a nuestra ciudad.

Los empresarios deben ser proactivos, no pueden darse el lujo de esperar pacientemente hasta sentir las consecuencias negativas del entorno y de su falta de iniciativa. Desafortunadamente el común denominador de los empresarios toma decisiones drásticas solamente cuando se encuentran presionados por serios problemas de insolvencia. Les hago una respetuosa invitación a reinventar sus procesos y a replantear sus estrategias, a ser mas creativos y flexibles, y a analizar su verdadera situación a fondo, de manera fría, integral, responsable y objetiva, lo cual los puede llevar en algunos casos incluso a cambiar de actividad.


Hermann Stangl
Consultor Financiero
www.gerencialatina.com