Es imposible en estos momentos centrar nuestra atención en el desplome histórico que acaban de tener las bolsas, en el plan de salvamento de la economía norteamericana o en el reciente incremento del desempleo, cuando Colombia entera se encuentra de luto por el macabro asesinato de Luis Santiago, un angelito de apenas 11 meses y de quien ya todos desafortunadamente conocemos su tragedia.
En el Congreso de la República no ha sido posible sacar adelante el proyecto que busca establecer la cadena perpetua para violadores de menores de edad, por lo tanto se está avanzando en un proceso de recolección de firmas para radicarlo en la Registraduría, que tiene como fecha límite el próximo tres de diciembre. Otras personas más radicales hablan incluso de la pena de muerte, para así no tener que mantener con nuestros impuestos tantos años a estos asesinos en las cárceles.
Como los empresarios no tienen poder de gestión o decisión en los aspectos jurídicos del país, lo mínimo que harán será brindar su apoyo firmando iniciativas de ley para endurecer penas y comprometerse a denunciar situaciones de maltrato de las cuales sean testigo. Con todo respeto, creo que esa actitud sería equivalente a la ley del mínimo esfuerzo.
Nuestra legislación tributaria es clara en el sentido de los beneficios en impuestos que se obtienen cuando las empresas realizan donaciones o aportes económicos a fundaciones que trabajan en beneficio de la sociedad. En Cali existen varias fundaciones que tienen por objeto la protección de la niñez maltratada, conozco personalmente dos, de las cuales puedo dar fe de su honestidad, entrega y amor hacia estos inocentes pequeños, ellas son la Fundación Dar Esperanza, ubicada en el barrio San Antonio, liderada por la hermana Luz Melia y la Fundación AVE, Amor Vida y Esperanza, ubicada en el kilómetro 26 de la vía al mar, liderada por la hermana Carmen.
Lo mínimo que debemos hacer los empresarios, es rendirle tributo a la memoria de este angelito, comprometiéndonos decidida y generosamente con el apoyo económico a este tipo de fundaciones, el cual luego se puede recuperar en el pago de los impuestos, con la simple presentación del respectivo certificado de donación. Recordemos que apoyando a la niñez, estamos apoyando el futuro de nuestro país, de la sociedad y de nuestras empresas.
Hermann Stangl
Consultor Financiero
www.gerencialatina.com
En el Congreso de la República no ha sido posible sacar adelante el proyecto que busca establecer la cadena perpetua para violadores de menores de edad, por lo tanto se está avanzando en un proceso de recolección de firmas para radicarlo en la Registraduría, que tiene como fecha límite el próximo tres de diciembre. Otras personas más radicales hablan incluso de la pena de muerte, para así no tener que mantener con nuestros impuestos tantos años a estos asesinos en las cárceles.
Como los empresarios no tienen poder de gestión o decisión en los aspectos jurídicos del país, lo mínimo que harán será brindar su apoyo firmando iniciativas de ley para endurecer penas y comprometerse a denunciar situaciones de maltrato de las cuales sean testigo. Con todo respeto, creo que esa actitud sería equivalente a la ley del mínimo esfuerzo.
Nuestra legislación tributaria es clara en el sentido de los beneficios en impuestos que se obtienen cuando las empresas realizan donaciones o aportes económicos a fundaciones que trabajan en beneficio de la sociedad. En Cali existen varias fundaciones que tienen por objeto la protección de la niñez maltratada, conozco personalmente dos, de las cuales puedo dar fe de su honestidad, entrega y amor hacia estos inocentes pequeños, ellas son la Fundación Dar Esperanza, ubicada en el barrio San Antonio, liderada por la hermana Luz Melia y la Fundación AVE, Amor Vida y Esperanza, ubicada en el kilómetro 26 de la vía al mar, liderada por la hermana Carmen.
Lo mínimo que debemos hacer los empresarios, es rendirle tributo a la memoria de este angelito, comprometiéndonos decidida y generosamente con el apoyo económico a este tipo de fundaciones, el cual luego se puede recuperar en el pago de los impuestos, con la simple presentación del respectivo certificado de donación. Recordemos que apoyando a la niñez, estamos apoyando el futuro de nuestro país, de la sociedad y de nuestras empresas.
Hermann Stangl
Consultor Financiero
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