lunes, 21 de julio de 2008

Buenos Augurios

El mundo entero nos acompañó y festejó nuestra fiesta nacional de independencia del 20 de julio. Fue un hecho de un impacto social, económico y político inimaginable, que sobrepasó la magnitud de la marcha del pasado 4 de febrero convocada a través del Internet por un puñado de jóvenes hastiados por los infames actos de las farc, por el secuestro, la violencia y el terrorismo.

Los colombianos batimos en esta oportunidad el record de asistencia. Quienes tuvimos la oportunidad de hacer patria, marchando entre los ríos de gente, por la libertad de los secuestrados, pudimos darnos cuenta de que Colombia entera estuvo presente, representada en personas de todas las razas y edades, afiliaciones políticas, religiones, estratos sociales, empresarios, empleados, sindicatos e incluso minusválidos. Podemos afirmar que esta marcha es un “segundo grito de independencia”, con una gran diferencia del primero de hace 198 años, que no contaba con el apoyo de toda la comunidad internacional, la cual hizo presencia y mostró su respaldo con marchas en aproximadamente 50 países y 100 ciudades alrededor del mundo.

En las declaraciones de los rescatados se ha podido evidenciar que el impacto sicológico que generan estas descomunales manifestaciones de rechazo y repudio, sobre la base de los miembros de la narcoguerrilla, son de grandes proporciones. Aumentan el ya alto grado de desmoralización de sus integrantes, favoreciendo ampliamente procesos de deserciones y entrega de sus propios cabecillas por parte de ellos mismos.

Las consecuencias en el plano empresarial se dan en relación con las condiciones para la inversión, las cuales tienden obviamente a mejorar con este tipo de hechos, que evidencian el apoyo nacional e internacional para colocar en un momento cada vez más cercano un punto final a este flagelo. Nuestro país continúa así posicionándose como un importante e interesante destino de inversión, por lo tanto los empresarios colombianos tienen que continuar preparándose para seguir recibiendo importantes inversiones extranjeras, las cuales deben de prolongar por mayor tiempo el fenómeno de la revaluación y además generar en el mediano y largo plazo mayores niveles de desarrollo económico y mejores condiciones sociales.

Es fundamental anotar que una marcha de estas proporciones tiende a disminuir nuestro riesgo país y por lo tanto se disminuye también el costo de capital, incrementándose inmediatamente el valor de las empresas colombianas.


Hermann Stangl
Consultor Financiero
hstangl@gerencialatina.com

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